viernes, 29 de abril de 2011

Crítica de Vientos de Libertad (Tomás Arankowsky)

Por Tomás Arankowsky

Diciembre, 2009

De un tema por demás candente y que a pesar de los años aun tiene muchas aristas y encarnadas discusiones, Lorea Palacios Urquiola hace gala de narrativa y compilación de datos que sin duda le significaron horas de investigación y conversaciones múltiples y variadas. El orden y la paciencia es una característica afortunada en su libro VIENTOS DE LIBERTAD.

Si bien los diálogos son referenciados por recordaciones de los protagonistas y/o cercanos a ellos, Lorea sabe darles a cada uno su lugar y les permite manifestarse con carácter como si se tratara de personajes de inventiva propia, nada deja fuera de su templanza y osadía y, siendo nueve personas en permanente interactuación, no se desvirtúan. De forma sencilla deja que ellos, los inciertos aprendices de navegantes, se constituyan como unos expertos en el riesgo de la vida en búsqueda de su anhelada libertad.

Aquí ya no importó si su travesía tenía caso o por imprudencia y hambre les invitó a tomar un pequeño barco de su manufactura y partir sobre un inmenso océano para llegar a su meta, ellos habían tomado su decisión y eso les bastaba. La joven escritora permite vivir con claridad magistral la terrorífica aventura y las penurias que nueve valientes en franca desventaja iniciaron y terminaron a ultranza viril. Lorea no se radicaliza en los personajes por permitir que los protagonistas solos saquen sus defectos, ignorancias y arrogancias; pero, por otra parte, les permite justificarse en sus ideales y voluntades definitivamente humanas y bondadosas que solo en travesías de esa naturaleza estallan en plenitud.

VIENTOS DE LIBERTAD es una novela que se devora con rapidez inusitada y no permite descanso hasta agotarla en totalidad, no pretende más que narrar los hechos de un puñado de vascos en un periplo histórico totalmente cierto y que hace suponer cuantos otros no habrán existido, que si bien lo hubo, no son reseñados con tanta nitidez sin permitir que ideologías y religiones se interpusieren ante la valentía y arrojo de marinos en ciernes que sin medir la dimensión de su hazaña mostraron al Pueblo español que juntos pueden lograr sus metas e ideales por divergentes que éstas fueran. Felicidades a las generaciones que éstos valientes dejaron para México. Felicidades, también a Jus, por permitirnos conocer tan real aventura.