1 de julio, 2008
Reportaje publicado en la Revista Etcétera.
Redes sociales, negocio millonario?
Por Lorea Palacios Urquiola
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Foto: AnaRasha |
¿Qué ofrecen Facebook, Xing, Dejaboo, Qdamos o MySpace, que a millones de usuarios les interesa tanto? En pocas palabras, prometen el espacio ideal para socializar, brindando vías de comunicación para que una persona pueda relacionarse desde la comodidad de su casa u oficina en un mundo globalizado. Por lo tanto, para adolescentes o adultos que desean y necesitan pertenecer a un grupo, estas redes sociales les han brindado un sentido de pertenencia.
Hoy en día, aceptar amigos dando un click, debatir intereses y opiniones mediante blogs, compartir archivos, proponer citas sin enfrentar el rechazo directo, ligar de modo económico, reencontrar amistades con ayuda de fotografías o encontrar una oferta de trabajo, ha resultado una gran opción para miles de internautas.
Al parecer, la teoría Six Degrees, también conocida como Seis grados de separación, la cual sostiene que un ser humano puede relacionarse con cualquier otro individuo del planeta con sólo seis enlaces y cinco intermediarios, ha encontrado vialidad en Internet y ha desembocado un fenómeno de relación en cadena donde cada usuario (nodo) trae consigo a otro suscriptor y transforma las relaciones (aristas) del grupo con muy pocos vínculos para generar una población.
Con todas las poblaciones virtuales que a la fecha han surgido, el tema de computación social ha recurrido a la especialización en temas, es por ello que existen redes como Networking Activo, Xing o eConozco que se encargan de relacionar profesionistas y ofrecer oportunidades de empleo. Dejaboo fomenta la cultura y el intercambio de opiniones respecto al cine, teatro, literatura o arte en general. Qdamos, Flechanos o Amor.es se han convertido en el Cupido que enlaza parejas. MySpace, Facebook, Hi5, Tribe, Orkut o Sonico se crearon para que grupos de amistades intercambiaran aficiones, opiniones y fotografías. Goticos es una versión más específica de red social, enfocada a personas que se consideran góticas. Tuenti, Nosuni o Redkamus despliegan un espacio para estudiantes. Yahoo!Solidario agrupa a ecologistas y promueve el cuidado del medio ambiente; PetLove o Petside reúnen a los amantes de las mascotas; Yahoo 360° o Netlog permiten compartir archivos; Econosus multiplica a los interesados en economía y negocios; Superxogos se enfoca en deportistas universitarios; Pintacom promueve el arte; Qhacemos propone fiestas y eventos a los cuales acudir, y Minube ofrece un rincón para que los viajeros puedan intercambiar experiencias.
El nacionalismo tampoco se ha quedado atrás y para reagrupar a la diáspora, redes como Tierranatal, dirigida y creada por mexicanos para socializar con paisanos, o Spaniards, dedicada a la comunidad española, pretenden mantener vigente cultura y hábitos propios de cada país de origen.
Pero las redes sociales no se crearon con el único fin de unir personas, se crearon para vender y constituyen negocios multimillonarios pues generan bases de datos que después se transfieren en cantidades estratosféricas. Ejemplo de ello son los 580 millones de dólares que News Corporation pagó por MySpace.
Facebook se niega a vender y mucho menos aho-ra que es considerada la quinta empresa más importante de Internet, valorada en 15 mil millones de dólares gracias a sus 50 millones de usuarios. Pero el que no quieran vender la red no quiere decir que se nieguen a aceptar socios y Microsoft invirtió por 1.6% de la empresa, alrededor de 240 millones de dólares.
Podría parecer una locura pero estas bases de datos ayudan a perfeccionar los análisis de mercado y todas las personas relacionadas con la publicidad disfrutan a lo grande con la cantidad de información que de estos sitios puede obtenerse y explotarse.
La marca Adidas ya aprovechó las redes sociales para promocionarse. Su publicidad comenzó cuando 600 mil usuarios se reunieron para compartir información deportiva, pero el crecimiento superó los dos millones de interesados que terminaron reforzando su lealtad por la marca y publicitando sus artículos.
Una empresa que también ha explotado esta moda virtual, es Procter & Gamble: basados en la teoría que dice que entablar diálogo con consumidores sirve para ganarse su confianza, han participado en redes sociales buscando las opiniones y recomendaciones de sus clientes en pro de mejoras en sus productos.
En otro momento, Adidas y Procter & Gamble hubieran tenido que desembolsar miles de dólares por recibir publicidad o recomendaciones, pero parece que, hoy en día, los usuarios están contentos y conformes en hacer trabajos gratuitos.
Después de estos ejemplos, no es ilógico que la red DubaiMLN, con la intención de crear una impresionante base de datos, llegara a la conclusión de que es mejor pagarle a los usuarios por inscribirse y por la cantidad de amigos que lograran suscribir.
Dejando a un lado la cuestión monetaria y enfocándonos en el impacto cultural, vale la pena mencionar que las redes de mayor impacto son Facebook, MySpace o Hi5, estos sitios en los que se descubre que el mundo es muy pequeño, las que han incrementado el número de usuarios en 103% tan sólo en Latinoamérica.
ComScore, que se encarga de medir el impacto virtual en nuestras vidas, estima que entre México, Argentina, Brasil, Chile y Colombia, suman un total de 46.3 millones de usuarios de Internet. De todos estos miembros de la comunidad virtual, 29.6 millones participan en redes sociales pero, ¿estos sitios son una opción para crear y reencontrar amistades o son la creación ociosa más grande del momento?
Al ofrecer un espacio para almacenar fotografías, estas redes se han convertido en un económico y gigantesco álbum fotográfico de nivel público, sin embargo, también se han convertido en revistas de chismes. Por ejemplo, Facebook se podría comparar con la revista Quién pero en versión virtual, donde puedes ingresar para enterarte dónde fue la mejor fiesta, quién acudió, quién anda con quién o quién conoce a quién. Eso si, las diferencias sociales también existen en Internet y Hi5, que se considera una red para clase media, podría compararse con TVNotas.
Muchos ex adictos a estos sitios en Internet, reconocen que el que busca siempre encuentra y no muchos de sus hallazgos fueron positivos: descubrieron que la cantidad de tiempo invertida en estos menesteres, sobrepasaba los límites y que medir su popularidad por el número de amistades que aparecen en su perfil, tener problemas con conocidos por desaparecer de su top ten de amigos o descubrir secretos de desconocidos, resultaba enfermizo.
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Foto: Cnhoward1 |
Ya sean templos al morbo o una opción para mantener contacto con distintos grupos de personas, las redes sociales componen una opción donde los límites no existen pero, ¿la población se encuentra preparada para esto?
Como todo en la vida, está en cada persona decidir cómo se utilizan estas herramientas virtuales; pero cuando hablamos que la mayoría de usuarios son adolescentes, ¿hasta qué punto ellos son conscientes de lo que hacen?
El caso de Megan Meier, de 13 años, que terminó suicidándose porque un supuesto chico (Josh Evans) comenzó a pretenderla vía MySpace para después romperle el corazón y decirle que el mundo sería mejor sin ella, no es algo que debe tomarse a la ligera, mucho menos cuando Josh era el seudónimo de su vecina, una señora de 49 años, madre de una antigua amiga suya. Hoy en día, la madre de Megan enfrenta en los juzgados de Los Angeles, California, a Lori Drew, esperando que ésta se haga responsable por la muerte de su hija.
Estaremos de acuerdo en que los seres humanos somos gregarios por naturaleza, pero no estoy muy segura si esta forma de socializar es natural. En definitiva, las redes sociales han crecido de forma tan exponencial como las relaciones entre sus usuarios pero, ¿las relaciones virtuales pueden ser tan efectivas como las relaciones personales?
